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martes, 8 de septiembre de 2015

La erupción de Thera: el día en que el Mediterráneo estalló.

Cuando al fin alcanzaron la redonda costa de Zera, el día comenzaba a nacer. Aquella era una isla bellísima, la "pequeña Creta" tal y como la llamaban los comerciantes chipriotas, en cuyo centro se alzaba una imponente montaña que, de vez en cuando, resoplaba humo.

                                                                                                                                                                                                           Labrys (Capítulo I)


Quizás una de las erupciones más famosas de la historia sea la del volcán Vesubio, que en el año 79 d.C. sepultó las ciudades romanas de Herculano, Pompeya y Stabias; sin embargo, siglos antes de ella hubo otra erupción igual de terrible (quien sabe si no más): la del volcán de la isla de Thera.

Esta erupción, de tipo explosivo, tuvo lugar a mediados del Segundo Milenio a.C. en la isla de Thera (actual Santorini), en torno al año 1628 a.C. si nos fiamos de la cronología de los anillos arbóreos. Esta isla parece ser que fue un importante centro de comercio minoico, especialmente de aceite y vino locales, así como cerámicas; quizá el principal de las cícladas por ser la isla más cercana a Creta. Sin embargo, Thera sería mucho más que una simple sucursal comercial, pues todo indica que la isla mantenía un régimen de cooperación más que de sumisión.

En el momento en que tuvo lugar la explosión, en Thera podían contarse tres pueblos principales: uno situado al norte, otro en la costa de la actual Therasia y otro cerca de Akrotiri, de donde se ha extraído la mayor parte de material arqueológico. Estos asentamientos se encontraban cerca de la costa, evitando en lo posible la "extraña montaña" que se alzaba en el interior, lo que pudo ser una suerte para los habitantes de la isla ante los primeros temblores y sacudidas que avisaban del desastre que sobrevendría después.

Para explicar como pudo ser la explosión del volcán de Thera, podemos tomar como referencia al famoso y terrible Krakatoa indonesio, cuyos estallidos eran audibles desde Australia. En este caso, Thera, de unos 16 km. de diámetro y forma aproximadamente circular, estaba coronada en su centro por un volcán cónico y muy vertical, perteneciente a la "familia" de los plinianos o vesubianos (caracterizados por su brutal explosividad) Esto fue lo que sucedió: 

Durante algunos días, la acumulación de gases en la cámara de magma produjo terremotos y violentos temblores que sirvieron para alertar a la población, permitiéndole huir de Thera a las islas cercanas y, muy posiblemente, a la costa norte de Creta. Hubo varias erupciones espaciadas a lo largo de varios días, acompañadas por nubes de cenizas que pudieron ser vistas desde diferentes regiones y que terminarían cayendo en forma de toba y piedra pómez. Sin embargo, estos estallidos no habrían servido para desahogar al volcán, cuyo gas quedaría concentrado en la cámara formando un peligroso tapón que terminaría escapando con gran estruendo. La cantidad de magma expulsado fue tal que el cono volcánico se colapsó, dando lugar a una caldera que partió la isla de cuajo. Es probable además que la lava vomitada, al entrar en contacto con el agua, provocase nuevas erupciones freáticas que generarían maremotos y distintos tsunamis (unos afirman que de 150 m. de altura, mientras otros sostienen que el efecto de los vientos y la propia disposición del volcán les restaría bastante potencia) y que podrían haber supuesto el colapso de la talasocracia minoica, pero esto parece ser bastante discutible. 

En mi opinión, creo que los efectos de la erupción del volcán de Thera no fue la causa en sí misma del fin de la hegemonía minoica, pero sí un duro golpe del que Creta no fue capaz de reponerse. Todo parece apuntar a que la caída de los palacios tuvo lugar como mínimo cincuenta años más tarde de la erupción, sin embargo, su punto más débil no era ese...

(...) magníficos barcos de generosa eslora cuya proa había sido tallada con la forma de cabezas de toro se mecían pesadamente sobre las aguas, protegiendo la costa como una armadura hecha de cedro.                                                                                                                                                                                                                                                       Labrys (Capítulo XXVIII)

Así es, su flota. Como recogí en la entrada Los palacios cretenses, en la época minoica no había murallas que protegiesen las ciudades, puesto que en el interior de la isla existía una suerte de "paz social" que las hacía innecesarias e incluso contraproducentes; pero esto no era así de cara al exterior, donde para mantener su hegemonía comercial era necesario imponer respeto y también protegerse de forma efectiva de posibles enemigos, y este arma era la flota minoica que, anclada en muelles como los de Amnissos, Malia o Zakros, actuaba a modo de coraza. Con la erupción de Thera, gran parte de esta flota se perdería, dejando a Creta en una difícil posición que, lentamente, sería aprovechada por los micénicos.

En lo referente al volcán de Thera, sumergido desde entonces, permaneció tranquilo hasta que en el año 197 a.C. despertó con una nueva erupción. En la actualidad la isla, puesta bajo la protección de Santa Irene (Santorini) de Tesalónica, es un activo centro turístico lleno de viviendas construídas de cara a la caldera, considerada aun hoy el centro volcánico más activo del Mediterráneo oriental. 

Y llegados a este punto... ¿dónde queda Labrys? Pues exactamente cuatro años antes de que el volcán de Thera reviente. Y lo cierto es que, aunque la nube de ceniza aún no ha cubierto el cielo ni se ha producido el gran maremoto que partirá sin piedad los largos dedos del Minos... La tierra ya empieza a temblar.



2 comentarios:

  1. Una eccelente lección teniendo a Labrys de referente, he aprendido mucho.Gracias!

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  2. Una eccelente lección teniendo a Labrys de referente, he aprendido mucho.Gracias!

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